Tus luces y tus sombras

Tus luces y tus sombras

En los últimos años tenemos una gran abundancia de toda clase de cursos, ponencias, charlas motivacionales, escuelas de autoayuda y autodesarrollo, que se esfuerzan continuamente por atraer a sus adeptos a tomar decisiones firmes, a cambiar de una vez sus vidas y a ponerse de una vez “en el lado luminoso de la fuerza”. Viviendo una realidad que parece tener poco en común con este “lado luminoso”, anhelamos ver alguna esperanza para nosotros y para el mundo y con mucho gusto intentamos mejorar nuestra persona, nuestra vida y el mundo entero en general. Y todo esto es algo muy bueno y muy positivo, yo misma soy una fan del autodesarrollo y el mismo blog que escribo espero que te sirva a Ti, Querida Amiga y muy Apreciado Amigo, para este fin.

Sin embargo, entre tanta producción que existe en el mercado, por así decirlo, encuentro alguna laguna de contenidos. En decenas de charlas motivacionales, en el contenido que ofrecen cursos enteros, encuentro temas fabulosos sobre cómo llegar al camino de la luz, cómo seguir el camino de la luz, cómo perseverar en él. Me parece fascinante y desde luego muy atractivo. ¿Quién de nosotros, yo la primera, no desea entrar, seguir y perseverar en el camino de la luz? Vivir en altas vibraciones, entre emociones positivas y pensamientos felices… me imagino que la mayoría de los humanos lo querría. Es algo sumamente deseable y, sin embargo, en esta visión, tan bonita y tan atrayente, me falta algo. Tal vez ya intuyes, mi Querid@ Lector@, qué es lo que me falta. Por supuesto, hablando de luz, de luces, de camino de luz, no podemos olvidar que toda luz produce alguna sombra, muchas luces producen muchas sombras y cualquier camino de luz tiene también su lado sombrío.

Nuestra realidad está compuesta por un dualismo total: para conocer la luz, necesitamos conocer también la oscuridad, para comprender la vida necesitamos experimentar también la muerte. Así que tenemos día y noche, blanco y negro, vida y muerte, primavera y otoño, amor e indiferencia, alegría y tristeza, frio y calor y mucho, mucho más. Al aspirar y procurar llenar la vida, tu vida, Amig@, con más luz, no puedes olvidar tu sombra. ¿Y qué es la sombra?

Voy a recurrir a los escritos del insigne psiquiatra suizo Carl Gustav Jung, que en sus obras hablaba de la sombra de la persona y explicaba que la sombra representa el lado oscuro de nuestra personalidad y se manifiesta en nuestros miedos, frustraciones e inseguridades. La sombra es una parte tuya, una parte rechazada, malquerida, ignorada e inconsciente. Una parte de ti que afecta tu vida fuera de tu consciencia hasta que quede inconsciente.

Como agrega Pernille Melsted, una psicóloga danesa que trabaja la sombra de las personas, todos tenemos nuestra propia sombra y es una parte integral de la naturaleza humana. Cada uno de nosotros se enfrenta a algo de oscuridad. Cuanto más ocultamos el lado oscuro de nuestra naturaleza, más puede volverse demoníaco. La sombra tiene muchas caras: miedo, codicia, ira, venganza, manipulación, pereza, hostilidad, fealdad, desaprobación, debilidad, crítica, condena… Todo lo que odiamos de nosotros mismos y lo que negamos comienza a vivir una vida propia, socavando la fe en nuestra fuerza y en los talentos que tenemos.

DE ESTE MODO, LA SOMBRA ES CUALQUIER COSA QUE NO QUERAMOS SER; LO QUE CREEMOS QUE NO SOMOS. LA SOMBRA INCONSCIENTE DESTRUYE NUESTRAS RELACIONES, MATA EL ESPÍRITU E IMPIDE LA REALIZACIÓN DE LOS SUEÑOS.

No solo eso: si ignoras la sombra, crece en ti el miedo y la impotencia, que cuando son ignorados, rechazados y no deseados se convierten en agresividad y violencia. Y cuando esta energía agresiva se libera, nace el sentimiento de culpa, y esto a su vez reduce la autoestima, lo cual agrava el miedo y hace que entremos en un círculo vicioso.

Venimos a este mundo como seres completos; tenemos acceso a cada parte de nosotros mismos. Un niño pequeño está, de un instante a otro, feliz, triste, impaciente. Sin embargo, debe adaptarse rápidamente a las normas y expectativas de su familia, país y cultura. Quiere el amor y la aceptación de las personas que son importantes para él (padres, maestros y otras autoridades), por lo que usa una careta de comportamiento «correcto». Lo que no es aceptado por su entorno queda relegado a las sombras. Jung aclara que no se trata de deshacerse de las características que no nos gustan, sino de encontrar sus lados positivos e incorporarlos a nuestras vidas.

He dedicado mucho tiempo para explicarte este importante concepto para comprender mejor lo que suele ocurrir en numerosas realidades de mi vida y, creo, que también de la tuya, Querida Lectora y Amable Lector. Lo que estamos viviendo dentro de nosotros y también fuera, en el mundo de hoy, nos asegura que ni debemos ni podemos alienarnos de nuestras sombras. Ellas existen; nos guste o no. Si niego mi sombra me arriesgo a no encontrarme nunca con mi verdad y mi realidad, lo mismo que tú, Amig@.

El coaching de buena calidad siempre se basa en dos pilares fundamentales que son: elevar la consciencia y tomar la responsabilidad sobre la propia vida. Asumir la existencia de la propia sombra está dentro de este concepto. Tal vez no es tan agradable como sentirse fluyendo con altas vibraciones y reconfortado al llenarse de luz, pero es totalmente indispensable para poder crecer como persona y optar realmente por el “lado luminoso de la fuerza”.

Hoy te invito a que admitas que tú también tienes tu propia sombra. La que se formaba desde los primeros años de tu vida; la que te asusta, tal vez avergüenza, tal vez incomoda. La que no te permite aceptar plenamente tu propia historia y tu propia vida. La que te susurra que no se te puede amar tal como eres, que si otros supieran como eres no te amarían.
Te invito a realizar un trabajo y un esfuerzo indispensable para gozar realmente de la plenitud de la vida y para que puedas aceptarte plenamente a ti mismo y amarte sinceramente.
DE AMBOS LADOS, EL DE LA LUZ Y EL DE LA SOMBRA, TE CRECERÁN ALAS Y PODRÁS VOLAR DE VERDAD.
Te lo deseo.
¡Ah! Y si necesitas compañía para poder cruzar este camino, aquí estoy.
En los siguientes textos voy a compartir contigo alguna herramienta para poder trabajar tu sombra.

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