Tu mejor amigo

12 Feb Tu mejor amigo

¿Puedo preguntarte quién es?  A pesar de lo que parece, la respuesta no es ni tan sencilla ni tan obvia. Más aun, creo que las respuestas pueden ser tan diferentes como diferentes somos nosotros, porque desde siempre hemos oído opiniones muy diversas al respecto. Hay quien dice que el mejor amigo del ser humano es el perro y otros dicen que el caballo. En el colegio nos enseñaron que el mejor amigo es un libro, pero en actualidad puede ser que este papel lo cumpla el Smartphone o la Tablet, o tal vez Facebook. Otros, al oír semejante idea, se pueden escandalizar y dirán que el mejor amigo es Jesucristo. E incluso, si hacemos caso al cine, había quien decía que los mejores amigos de las mujeres son los diamantes… y es probable que esta opinión la compartan muchas personas, no solo las mujeres. Entonces, ¿quién es tu mejor amigo?

¿Tienes alguien así a tu lado? Alguien con quien puedes contar siempre. De quien sabes que no te dejará nunca en un apuro, un ser fiel y leal. Es probable que la respuesta no te surja de inmediato, tal vez habrá que buscarla o esperar a que venga.

Sea como sea, hoy quiero sugerirte, o tal vez sólo recordarte, a alguien muy cercano, a un verdadero amigo o amiga tuy@, A TI MISMO.

Y eso no es ninguna broma, ya que tú mismo eres para ti un verdadero amigo. Eres la clase de amigo que siempre habías  soñado y habías deseado tener; a quien buscas y necesitas. Un amigo fiel, cercano y verdadero, el amigo con quien puedes contar, leal y comprometido.  Siempre presente y dispuesto a sacrificarse por ti, alguien que se fía de ti, que está a tu lado pase lo que pase y no se cansa. Esto es verdad, es así, pero (siempre existe un pero)… pero tú, ¿cómo te portas con ese amigo? ¿Quién eres para él, para ella? ¿Cómo es vuestra relación?

Te invito a hacer un ejercicio.

Busca un rato tranquilo, unos minutos sin teléfono, WhatsApp, Facebook, radio, sin la televisión puesta. Siéntate cómodamente y comienza a respirar, tranquilo, hondo, inspirando y expirando por la nariz, cierra los ojos, silénciate. Imagina que estás en el parque, en una cafetería o en la calle. Tal vez estás de paseo. Estás solo pero, de pronto, ves a alguien acercándose a ti. Tal vez se sienta a tu lado. Observas atentamente a esa persona, miras sus ojos y de repente la reconoces: eres tú, tú mism@. Os miráis uno al otro. ¿Qué mirada tiene? ¿Cómo te mira a ti? ¿Qué expresa su mirada?  ¿Cómo te sientes en su compañía? ¿Cuánto te gusta esa persona? ¿Quieres ser su amig@? ¿Podrías confiar en ella? ¿Te apetece estar con ella? ¿Te gusta? ¿Quién es para ti?

No estoy bromeando, tómate estas preguntas en serio y respóndete a ti mismo. Eres tú. ¿Quieres ser tu propio amigo? ¿Cuánto te importa serlo?

Tu más íntimo y verdadero amigo, tú mismo, espera la respuesta. ¿Qué clase de respuesta le vas a dar?

Y si la respuesta es un “no”, ¿cuál es la razón? ¿Qué ocurre que no quieras ser tu amigo? Tal vez crees que no te lo mereces o que con una persona así no se puede mantener una amistad. Puede ser que sea poco simpático, que parezca algo raro o qué sé yo. Quizá alguna otra cosa te lo impide, tú lo sabrás.

Pero… ¿acaso no aceptamos a los amigos tal y como son? ¿Acaso no les ofrecemos nuestra ayuda, nuestra presencia, acaso no intentamos comprenderlos? Nos encanta pasar ratos con ellos porque son nuestros amigos o amigas, compañeros, almas gemelas. ¿ERES UN ALMA GEMELA PARA TI MISM@? 

Espera, todavía hay algo más.

Empieza a preguntar. Pregunta a tu amigo y escucha sus respuestas. Pregúntale: ¿qué clase de amigo eres tú? ¿Eres fiel? ¿Leal? ¿Se puede contar contigo? ¿Te gusta pasar el tiempo en tu propia compañía? ¿Sabes cuáles son tus más profundas necesidades, deseos, sueños, valores por los que te guías en tu caminar diario?  ¿Conoces tus miedos e inquietudes? ¿Qué habrías querido hacer, si lo quisieras de verdad, para enriquecer  tu persona,  tu vida? ¿Qué es lo que haría de ti alguien a quien buscarías para estar en su compañía? 

¿QUÉ TE DICE TU AMIGO? ¿QUÉ TE PIDE? ¿QUÉ DEBERÍAS CAMBIAR PARA QUE ESTA AMISTAD PUEDA CRECER Y PERDURAR?

Tal vez prefieras pasar el tiempo en cualquier compañía menos la tuya. O incluso hacer lo posible para no encontrarte contigo mismo. Quizás valdría la pena cambiar eso, conocer al “otro”, a la “otra” (tu yo profundo), mejor, más  de cerca. Entonces comprenderás que muy cerca de ti tienes a alguien digno de atención y de admiración, a alguien que puede comprenderte, sostenerte, estar contigo. Y encontrarás a un nuevo amigo estupendo en ti mismo.

No necesitas esquivarte ni huir de ti dedicando horas y horas husmeando en Internet, distrayéndote en Facebook, Instagram u otros medios de comunicación. Tus conocidos y desconocidos tienen sus propias vidas. Antes de interesarte por sus vidas, sus asuntos, conoce tu propio mundo. Tus propios asuntos. Hace bien poco nos hemos deseado mutuamente que se cumplieran nuestros sueños. Los sueños no se cumplen solos. Si los tienes, comienza a realizarlos. Y si no los tienes, piensa, ¿en qué sueñas, qué quieres? Pregunta a tu amigo qué desea. Y empezad a realizarlo.