Día Mundial del…

Día Mundial del…

El verano está en pleno apogeo de modo que, Querida Lectora y tú, Estimado Lector, probablemente hoy no tienes muchas ganas de sentarte a leer textos pesados o preguntas demasiado perspicaces sobre tu propia condición.

Así que hablemos de algo “más ligero» y, por cierto, te saludo con mucho cariño, deseando que todo esté bien y te invito a la lectura.

No sé si en alguna ocasión te has topado con alguna lista de los diversos “días” conmemorativos que se celebran en la actualidad. Celebramos infinidad de días “internacionales”, “mundiales” y “festivos”; sobre lo que quieras y del color que elijas. Multitud de días en diferentes partes del mundo: en distintos países y círculos se celebra casi todo. Además de los bien conocidos, como el Día del Niño o el Día de la Madre, también celebramos el Día de las Patatas Fritas, el Día Mundial de las Abejas, el Día Internacional del Reggae, el Día Internacional del Chiste, el Día Mundial de los OVNIs, el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico, el Día Internacional del Beso Robado, el Día Internacional de la Conservación del Suelo, el Día Internacional del Gato, el Día Mundial de la Alergia, el Día de la Vaquita Marina, el Día del Amigo, el Día Mundial del Ajedrez, el Día Mundial de las Ballenas y los Delfines y, así, centenares de otros días. Entre tanta acumulación, también hay sitio para apreciar tanto a los jefes como a los empleados, y por tanto tenemos el Día Internacional del Jefe y el Día Mundial del Reconocimiento a Empleados.

Y en este último quiero que pongas tu atención. Este festivo no oficial se difundió en los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña a finales del siglo XX y su objetivo era apreciar el trabajo de los empleados de base y fortalecer el vínculo entre el empleado y el empleador. Se suele celebrar agradeciendo el esfuerzo, la dedicación y, a menudo, el verdadero sacrificio de los empleados. Para ello, dentro de las empresas se organizan eventos y se entregan pequeños obsequios a los empleados, agradeciéndoles oficialmente su trabajo, acortando el tiempo de trabajo ese día, etc. El llamado «reconocimiento» sigue siendo el elemento más importante; y eso se puede hacer de muchas formas.

Querid@ Amig@, ¿cómo te sientes leyendo sobre este día? ¿Qué reflexiones, qué emociones surgen espontáneamente en tu cabeza?

¿Con qué frecuencia te sientes valorado y con qué frecuencia te sientes evaluado? ¿Qué sientes cuando alguien te valora? ¿Qué nace en ti cuando alguien te evalúa? ¿Verdad que no es tan solo un juego de palabras?

Hace algún tiempo, un banco realizó una campaña social bajo el lema «Valora, no evalúes». Como explicó uno de sus directores, el banco quería llamar la atención sobre el gran poder de las palabras y de los gestos positivos de nuestros seres queridos. Las críticas y las opiniones negativas cortan las alas y desaniman a aceptar desafíos. “Como Banco, apoyamos a las personas en la implementación de sus planes y sueños, principalmente gracias a la financiación que brindamos. Sin embargo, vale la pena recordar que su éxito no solo requiere dinero, sino también de la confianza en uno mismo y del apoyo de las personas que les rodean”.
Fácilmente, creo que incluso con demasiada facilidad, juzgamos a los demás. Yo misma me encuentro juzgando demasiado rápido al otro; su comportamiento, palabras, aspecto o proyectos. Lamentablemente, esas evaluaciones muy a menudo son negativas. Cuando hablamos de evaluaciones, automáticamente volvemos a la etapa escolar, cuando alguien nos calificaba y, desafortunadamente, con demasiada frecuencia las notas eran “mediocre” o “regular”. Pasaron los años pero nosotros a menudo seguimos sintiéndonos igual de “mediocres” o incluso “insuficientes” como antaño. Y también calificamos de “mediocre” o “insuficientes” a los demás.

«Valora, no evalúes» te invita a dejar de lado esa vara de medir escolar y a mirar a tus seres queridos de otra manera. Con frecuencia en este blog te pido que, en primer lugar, te veas a ti mismo. Hoy te pediré que mires a las personas que tienes a tu alrededor. (Por supuesto, no te olvides tampoco de ti mismo).

EN LUGAR DE CONCENTRARTE EN CENSURAR CONSTANTEMENTE A ALGUIEN, APRÉCIALO.

VE LO QUE HACE en lugar de concentrarte constantemente en lo que no hace. SUBRAYA LO QUE ESTÁ HACIENDO BIEN, en lugar de llamar constantemente la atención sobre lo que hace mal. DA GRACIAS POR LO BUENO que tiene, APRÉCIALO, y tal vez incluso haz un esfuerzo y busca ese lado bueno. Puede ser que sea diminuto, microscópico, tan insignificante que simplemente no tenemos ganas de apreciarlo, porque es «apenas nada». A PESAR DE ESO, APRÉCIALO; EL BIEN, LOS VALORES, LA BELLEZA TIENEN UNA FUERZA Y UNA GRAN DINÁMICA INTERNA. PARECE QUE CRECEN POR SÍ MISMOS, SOLO NECESITAN UN AMBIENTE ADECUADO. Y ESE ENTORNO ES LA APRECIACIÓN, EL RECONOCIMIENTO, LA APERTURA.

Quizás ves películas estadounidenses y a veces te divierten los abrazos y los elogios expresados constantemente por todos. Quizás te parezcan excesivos, antinaturales e innecesarios. ¿O es al contrario? Tal vez nuestra actitud no es la mejor y lo que podemos hacer es brindar un apoyo incondicional a nuestros seres queridos.

Estimado Lector y Querida Lectora, hazte algunas preguntas sencillas. ¿Cuándo fue la última vez que elogiaste a alguien por algo? ¿Quién fue? ¿Por qué lo elogiaste? ¿Cuándo enfatizaste la importancia o el valor del trabajo realizado? ¿Cuándo agradeciste a tus seres queridos por sus esfuerzos diarios al estar contigo? Por cosas tan simples como preparar una comida, hacer la compra, lavar la ropa o cambiar la ropa de cama, muchas veces ni siquiera pensamos en dar las gracias.

Las vacaciones y el verano siempre traen consigo expectativas y deseos. Queremos descansar, como es obvio, pero también cambiar algo, experimentar algo nuevo, bello e interesante. Y, por supuesto, de todo corazón te deseo los viajes más interesantes, el mejor descanso, la compañía más agradable y, en general, unas maravillosas vacaciones. Pero además, cuando pienses en algo nuevo, diferente, piensa tal vez en una nueva mirada sobre tus seres queridos.

MIRA DESDE EL CORAZÓN, CON AMABILIDAD Y UNA SONRISA.
MIRA APRECIANDO, NO EVALUANDO.
VE LOS ESFUERZOS DE TUS SERES QUERIDOS.
DISFRÚTALO, ACEPTA, AGRADECE.
Y TE ASEGURO QUE TENDRÁS EL MEJOR VERANO Y VACACIONES BAJO EL SOL.

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