Despierta la magia en tu vida

12 Nov Despierta la magia en tu vida

No, no estoy hablando sobre la magia tipo Harry Potter o Sabrina, cosas de brujas. Los últimos años nos han acostumbrado a esa clase de magia y a veces la echamos de menos, incluso siendo mayores. Nos gustaría tener una varita mágica que resuelva todos nuestros problemas de salud, de trabajo o de relaciones. También nos vendrían bien diferentes conjuros u otras fórmulas mágicas para plasmar la realidad  según nos conviene. Igual de deseable sería tener  escobas voladoras que, como es sabido, suelen usar las brujas y el famoso niño mago. Sin lugar a dudas nos vendrían bien a todos para evitar estar horas y horas atrapados en los atascos de tráfico.

De vez en cuando nos gustaría poseer todo eso, pero la magia que hoy os invito a despertar en vuestras vidas viene de otro lugar. Y os aseguro que esa clase de magia depende por completo de cada uno sin necesidad de varitas, piedras filosofales, pociones ni otros artefactos.

Un día me quede totalmente absorta por la belleza de la foto con la que abro este post. Estamos ante una gran celebración, una fiesta con baile; y de pronto, entre tanta gente, casi metidos entre las piernas de los mayores, dos niños se encuentran. Podemos imaginarnos la música que resuena a alto volumen, el ruido de las conversaciones, las risas y bromas que vuelan en el aire. Las personas que asisten lo pasan muy bien y se sienten contentos y felices al compartir ese momento único. Y los protagonistas de la foto también están entre los invitados, los dos bien vestidos, contentos y sonrientes. Pero fíjate bien en esas caritas: el momento que viven es único para ellos. Estoy segura de que en ese momento se olvidaron por completo de dónde estaban y que hacían. Sólo están ellos, totalmente recogidos en su conversación, encantados y felices con su compañía y con el peluche, ajenos  a lo que pasa fuera. Disfrutando por completo de ese minuto mágico que no se repetirá nunca más. Como son pequeños, ni se les ocurren esas reflexiones, ni son capaces de memorizar ese instante ni de recordarlo. Y eso está muy bien, ya se incrustará  en su subconsciente para darles fuerza y alegría desde allí.

Pero tú y yo, que ya tenemos más años y muchas experiencias, ¿qué hacemos con los momentos como ese? ¿Sabemos darnos cuenta de que estamos viviendo algo bueno, bonito, único? ¿Lo valoramos?

Cada día y en cada vida hay instantes llenos de belleza y de plenitud. A cada paso encontramos personas dispuestas a ofrecernos su sonrisa, su ayuda, una palabra bella, o a recibirlas de buen grado de nosotros. Hay flores, sol y lluvia, existe el trino de los pájaros, la belleza del arte o de la naturaleza. Ratos de tomar un café o una cerveza con los amigos, de disfrutar del deporte, de una buena película o un concierto. Se cuentan chistes entre amigos y familiares y se desata la risa. En el trabajo se encuentra la solución a un problema que parecía imposible y se siente un gran alivio, o disfrutamos de un logro y de las merecidas felicitaciones. De pronto suena el teléfono y tenemos una conversación inesperada con un familiar o un amigo que nos ilumina la cara. Ves la sonrisa de un bebé en la calle y parece que el cielo te ha sonreído. Tu hijo te da un abrazo, te dan las gracias. Lees un libro que te reconforta, disfrutas de una tarde maravillosa. Te ha salido bien una tarta… las posibilidades son infinitas.

PERO… ¿TE DAS CUENTA? ¿Sabes disfrutar de lo bueno que te trae tu vida? ¿Lo valoras?

TE INVITO A QUE DES  NOMBRE A TUS PROPIOS MOMENTOS MÁGICOS, QUE ABRAS LOS OJOS PARA VERLOS Y TU MENTE PARA RECONOCERLOS

Búscalos conscientemente. Están ahí, esperándote, pero abre los ojos para no perdértelos.

¿Para qué sirve eso? Sencillamente para ser feliz, para descubrir la grandeza y la belleza de la vida, de tu propia vida y de tu propio ser, la del mundo y de todo lo que te rodea. Demasiadas veces nos dejamos llevar por ese defecto de la mente que solo nos hace ver lo negativo; sumergidos en los pensamientos llenos de amargura, enfados, rencores, miedos e insatisfacción, creemos que así es la vida y la realidad que nos rodea. Que ésta es toda la verdad. La otra cara de la vida permanece olvidada y desconocida.
Pero se puede cambiar, de la penumbra de la mente se puede salir. Centra la atención en las cosas buenas, búscalas, atrapa conscientemente tus momentos mágicos y guárdalos en la memoria. Para no olvidarlo, dispón la mente desde por la mañana para encontrar por lo menos un momento mágico cada día. No necesitas hacer grandes preparativos, bastan unos instantes para preparar la mente y el corazón para buscar lo bueno, lo maravilloso, lo bello. Y al terminar el día, pregúntate por ello.

¿QUÉ HA SIDO BUENO, MARAVILLOSO, BELLO? ¿QUÉ MOMENTO MÁGICO HE VIVIDO HOY? RECOGE ESOS MOMENTOS COMO VERDADEROS TESOROS Y GUÁRDALOS EN TU CORAZÓN.

AGRADECE.  Y TU VIDA CAMBIARÁ SU COLOR